Providencial. En su segundo ciclo en Instituto, Ghiso llegó con el equipo complicado con el promedio. Zafó del descenso en la última fecha.

Jorge Ghiso asume un martes en un equipo comprometido con el descenso y a los pocos días debuta con el puntero del torneo. Pasa ahora en Talleres, como le ocurrió en 2007 en Instituto, cuando arregló para su segundo ciclo en Alta Córdoba. En octubre de ese año, tomó el equipo, enfrentó en Tucumán al líder San Martín (al final del torneo, ascendería) y pese a la situación comprometida del equipo albirrojo, logró mantenerlo en la categoría.

Ahora, la patriada la asume en barrio Jardín, donde tomó las riendas hace un par de días y este sábado a las 17.10 afrontará la primera final de las 11 que se vienen, contra el equipo sensación, Defensa, puntero de la B Nacional.

Son situaciones similares, pero con una diferencia concluyente. Aquella vez Ghiso llegó con margen de maniobra, porque se hizo cargo en la 12ª fecha de la primera ronda, con una rueda y media por disputar. Y ganó los siete partidos que le alcanzaron a Instituto para zafar, aunque al cabo de 25 presentaciones (perdió ocho y empató diez). En la difícil coyuntura albiazul debe obtener siete victorias en apenas 11 fechas.

En aquella campaña del 2007/2008, Vitrola convivió con el fantasma del descenso, hasta la última fecha. La tuvo que pelear hasta el epílogo, en una definición dramática mano a mano con Talleres y con Ben Hur de Rafaela. Recién en junio de 2008 pudo liberar la presión, cuando la Gloria venció a Almagro de visitante por 1 a 0, con gol de Mauro Bogado, de penal, y zafó del descenso directo y de la reválida. Perdió la categoría el conjunto rafaelino y Talleres dirimió contra Racing de Nueva Italia la permanencia (y la ganó).

Apremiado. Ghiso tomó aquella vez la posta que dejó Héctor Rivoira, quien había perdido cinco encuentros, empatado cuatro y ganado dos. Se fue porque peligraba la continuidad en la B Nacional, aunque todavía faltaba mucho. Y Vitrola consiguió mantener la categoría. Lo curioso es que el presidente de entonces, Diego Bobatto, apuntó a Leonardo Madelón y a Julio César Toresani como sucesor. Juan de Dios Castro, el vice, fue el que primereó y contrató a Ghiso.

“Lo festejé como un título, esto para mí fue más importante que ganar un campeonato, se vive con más intensidad”, aseguró el por entonces DT albirrojo. “Trataré de salvarlo jugando al fútbol. No concibo otra forma. Yo no puedo prometer nada, sólo honestidad y alegría”, desglosó en su arribo a barrio Jardín. Y en Talleres todos desean que sea una especie de vaticinio.

“Creo que tanto Talleres, como Belgrano e Instituto, son equipos muy importantes y es muy doloroso que peleen por el descenso”, había declarado Vitrola en aquella oportunidad, seis años atrás.

Aquella vez, la Gloria terminó con 1,131 de promedio, sólo por encima de Talleres, con 1,114 y de los descendidos Ben Hur (1.087) y Almirante Brown (1,078). Sufrió hasta el final porque pasó seis de las últimas siete fechas sin obtener triunfos.

Desde este sábado, contra el encumbrado Defensa y Justicia, Vitrola intentará revitalizar a un Talleres al que, curiosamente, le ganó los tres clásicos disputados cuando dirigía a Instituto.

“Trataré de equivocarme lo menos posible”, resumió. Sabe lo que es pelearla en adversidad. Y que no puede dar pasos en falso.

Debut. En 2007, Ghiso asumió un martes y debutó contra el líder, San Martín. En la T, también con el puntero.

Con Vega, y Burgos en la zaga


El nuevo DT albiazul comenzó a delinear la formación con la que debutará ante líder Defensa y Justicia, este sábado a las 17.10 en el Kempes. Ayer, a puertas cerradas en la Boutique, Jorge Ghiso arrancó con la base que perdió ante Independiente en la fecha pasada, con el cambio de Marcelo Vega por Ezequiel Barrionuevo como volante derecho.

En el transcurso de la práctica, ubicó a Esteban Burgos como zaguero central, por Jesús Nievas. Después, el Pelado reingresó porque Renzo Vera salió por una molestia en el isquiotibial y por precaución. Vitrola podría meter un retoque más, ya que cambiaría el esquema y jugaría con dos puntas, en vez del 4-4-1-1 que utilizó Sergio Coleoni. En este caso ingresaría Juan Sánchez Sotelo, faltaría saber por quien. Hoy por la mañana habrá otro ensayo futbolístico y Vitrola definiría los 11.