Empate en Rosario. El Albiazul no fue quebrado por Central y dejó señales positivas. Hay orden atrás y al medio. Falta creación para el debut.

Era el último amistoso de Talleres. Y era, también, el paso previo a lo que busca sea un cambio en esta segunda rueda de la B Nacional. Para cambiar una primera rueda que no fue positiva. Y anoche, el empate 0-0 en el amistoso ante Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, demostró que hay cuestiones Centrales que el nuevo entrenador Rubén Forestello va resolviendo.

La primera y más importante: la seguridad defensiva y el equilibrio en el medio cambio. El saldo negativo fue la falta de generación de peligro, pero en frente hubo un equipo de Primera.

Pusieron todo. Lejos de ser un amistoso, Central salió a jugarlo con mucha intensidad y ya en el comienzo tenía la pelota e intentaba hacerle daño al equipo de Rubén Forestello.

Encina manejaba la bola y trataba de ser incisivo en tres cuartos de cancha, para asistir al petiso Niell y el uruguayo Abreu en la delantera. En esos primeros instantes, a la T le costaba generar juego y los encargados de tener la pelota (Vega y Barrionuevo) mostraban poco peso ofensivo.

Demasiados aislados y solos estaban Sánchez Sotelo y Klusener en la delantera, un problema de vieja data en el Albiazul. Justamente, a los 17, Barrionuevo generó un buen contragolpe para el visitante. Y el remate del Indio fue bien contenido por Mauricio Caranta.

Era un intento válido y una demostración de que la T podía hacer daño si se lo proponía. El equipo de Russo trataba de imponerse con la categoría de sus futbolistas, como el caso de Jesús Méndez. El ex Boca manejaba la pelota y trataba de darle profundidad al Canalla.

De todos modos, cuando promediaba el primer tiempo, Talleres mostró buenos pasajes, tratando de tener la pelota en los pies de Edison Torres y Brítez Ojeda.Se jugaba en serio. Ningún equipo regalaba nada. Y por eso había pocas situaciones y mucha pierna fuerte. A los 31, un cabezazo de Abreu fue la primera situación que comprometió a la T, pero resolvió bien Aguiar. A los 39, el que se animó fue el Sapito Encina.

Pero su tiro de afuera fue a las manos del 1 de la T. El final del primer tiempo dejó la sensación de que el equipo de Forestello rindió y no tuvo fallas defensivas que sí mostró en otro momento. Y, quizá, de contra golpe podía lastimar en el complemento. Fue un primer tiempo con pocas situaciones. La deuda del Matador era genera más juego.

Iguales. El juego se planteó similar en el ST. Central iba y buscaba con centros, y la T contragolpeaba. A los 15, lo perdió Sánchez Sotelo.

Había pocas situaciones y recién a los 24, Encina probó de afuera y salió cerca. Mientras tanto, los técnicos probaban con varios cambios (se permitían cuatro por lado).

A los 31, un tiro de Brítez Ojeda raspó el palo en lo que pudo haber sido el tanto del triunfo.

El empate y el cierre de juego dejó un saldo a favor para la T. Forestello sabe que lo Central está. Ahora, a jugar por los puntos.

Edison Torres. El volante central paraguayo cumplió con sobriedad su tarea. Marcó y entregó bien la pelota. Fue sólido. Buen rendimiento de Aguiar y la línea de cuatro. ¿La falta? La creación de juego.