Aguiar manifiesta que no tiene necesidad de desquite ni por su descenso en Desamparados ni por ser cuestionado en el arco de Talleres en algún momento.

Es impresionante cómo la paz y la calma invaden al arquero de Talleres, Diego Aguiar. Nunca parece salirse de las casillas, mantiene la mesura en cualquier situación eufórica, sin desahogos. Y ahora donde parece estar consolidado, merced de buenas actuaciones, no tiene rencores. Cuando se lo consultó al respecto por esta nueva posibilidad que tiene de atajar otra vez en la B Nacional, tras el descenso con Desamparados, fue categórico en su respuesta: “No creo en las revanchas del fútbol. Lo respondí siempre con distintas preguntas: Cada momento es único y si es parte del pasado, es olvidado. Porque lo que importa es el presente. Son situaciones diferentes, yo trabajo día a día para los nuevos desafíos”, destacó Aguiar, con mucha sapiencia.

- Se te nota consolidado, que todo te costó el doble para llegar a la confianza donde estás...
- Tuve que trabajar para ello, no fue fácil y menos en un puesto donde cada error se paga en el arco propio, y no hay otra calificación. Es todo un proceso, creo que pude demostrar regularidad en una función donde cada error te deja marcado. Tengo una sana competencia con Pablo Santillo, gran profesional y compañero, y de esa forma uno se exige más también.

- ¿Hablaron del objetivo? Parece que en Talleres, no hay tiempos de relax...
- Tenemos que apuntar a algo más que la permanencia. Sumando muchos puntos vamos a evadir el descenso, que no será fácil porque este año hay cuatro equipos que pierden la categoría. Igual, considero que si tenemos confianza y compromiso, vamos a estar en la pelea y ser protagonistas.

- ¿Te vas acostumbrando al mundo albiazul? Cualquier situación incómoda se magnifica...
- Es pura histeria el fútbol y Talleres por ser un club grande no es ajeno a eso. Además, la historia y la gente de este club nos obliga a pelear arriba siempre. En los equipos grandes pasan esas cosas, pero lo importante es que el grupo esté concentrado y unido en las metas que se propone.

Carabajal pide perdón y entrena solo


El volante Gabriel Carabajal inició sus dos semanas de penitencia de entrenar separado del plantel, con el preparador físico Adrián Navarro, por su ausencia en los últimos entrenamientos. El jugador ya reconoció su error y a su vez, enfatizó en la necesidad de cambiar de aire y emigrar a otro club. La opción más firme sería un préstamo, donde Argentinos Juniors habría mostrado interés, sumado al ya conocido sondeo de Godoy Cruz. Caso contrario, se reintegrará a los entrenamientos en Talleres.