En el marco de los festejos por el Centenario, un grupo del Fondo de Inversión a cargo de estos festejos, inauguró la Galería de los Presidentes en la sede. Desde Lawson a Srur, pasando por Amadeo Nuccetelli, están ahora en las paredes de la entidad.

“Lo único que no puede perder un club es la memoria”, fue la frase que utilizó el ex presidente de Talleres, Bernabé Muttoni, al recibir su diploma por ser uno de los mandatarios a lo largo de los 100 años que celebra el club. Lo importante es que, a pesar de las diferencias políticas o de gestión que puedan existir, en la sede del club de Plaza San Martín ayer estaban todos. O la mayoría. Y el motivo se debe a la presentación de la Galería de Presidentes que inauguró la Comisión Centenario, ese grupo de miembros del Fondo de Inversión e hinchas del club, que lleva adelante los festejos.

Fue así, como pasadas las 19.30 de una tarde calurosa en Córdoba, cada pedazo de la historia dirigencial de la entidad, se hizo presente en el lugar para comenzar a recuperar un poco de esa leyenda. Entonces, luego de una breve presentación donde se enumeraron los detalles de la idea, empezaron a pasar uno a uno los presidentes o los familiares de aquellos que le habían entregado “su vida al club”, como luego se ocupó de decir Rodrigo Escribano, el titular del Fondo de Inversión.

Egidio Heyd, Rogelio Egea, Avelino Giraldez, Muttoni, y familiares de Tomás Lawson, Abraham Litvak o el recordado Amadeo Nuccetelli, entre otros, estuvieron para ser recordados y recuperar algo de ese cariño que ellos o sus antecesores tuvieron por la “T”. En medio de la emoción al momento de descubrir cada uno de los cuadros, Heyd dijo algo que fue aprobado por todos con el aplauso: “Hay que agradecerle a Aldo Roggio y al Fondo por haber sacado del infierno a Talleres. El infierno no era el Argentino A, era lo institucional”. Al tiempo que el gran “Paco” Cabasés recordó que habían olvidado “invitar a la familia de Hugo Ballester”, otro de los ex mandatarios albiazules.

Por último, y mientras el promotor de la idea, Luis Lucena recordó cuales fueron las fotos más difíciles de conseguir para armar los cuadros. A unos metros, más de uno murmuraba la presencia de Carlos Dosetti en un cuadro y -valga la paradoja-, la ausencia del mismo en el acto. En fin, de esta manera Talleres homenajeó a todos sus presidentes.