Endulzados. Eliminó por penales a Sportivo Belgrano.

El gustito que te queda en la boca después de tomar un champucito es así. Dulzón y burbujeante. Casi como el vino blanco con Sprai. Pero no tan rico. Es el sabor de andar en la buena. De que todas te salgan como vos querés. De venir derecho. Los festejos no se terminan más. Los invitados se van de la fiesta y en barrio Jardín el baile sigue. Los mozos no paran de sacar bebida de la barra porque las copas están pinchadas en el culo. Te piden otra vuelta. Y otra vuelta más. Hace apenas unas horas que Talleres coronó el campañón en el Argentino A con el ansiado y esperadísimo ascenso. Pero su gente siempre quiere un poquito más. Nunca se conforma. Por eso se empezó a encariñar con esta Copa Argentina que cada vez toma más forma y empieza a apasionar a los pequeños que sueñan con voltear gigantes. Anoche, Talleres dio ese paso tal vez por su gente. Tal vez también por el efecto ascenso a la B Nacional. Pero también porque es un club que siempre quiere escalar un poco más. Si hasta alguno anoche en la popular empezó a pensar en la Copa Libertadores. Quién te dice. Si seguís avanzando en la Copa Argentina. Ya sin preocupaciones en el Argentino. “Hay que animarse a soñar”, tiraban entre ellos.

Y esta realidad de Talleres te pone allá arriba. Todo el mundo hablando de la T. En ESPN, en Marca de España, en cada barcito de la Docta el Matador es tema de conversación. Y eso lo agranda, claro. Anoche volteó a Sportivo. Por penales, con la suerte de su lado, luego de empatar 1-1. El Verde es un viejo conocido del Argentino que también quiere salir de esa cloaca. Pero eso será otra historia. Ahora es el tiempo de Talleres. Que en octavos de final se cruzará con Newell´s. Y el equipo de Tata Martino está peleando el torneo local y también la Libertadores. Algo que puede darle un guiño al equipo de Sialle para tener una mínima ventaja, si es que la Lepra coloca un equipo “B”. Pero eso será cuando tenga que ser. Mientras tanto, en barrio Jardín seguirá la comparsa dando vueltas hasta el amanecer. Para un rato más tarde arrancar de nuevo. Si bien es cierto que anoche en el Kempes no estuvieron los casi 60 mil del encuentro ante San Jorge, los pibes, las pibas, los padres y los abuelos desfilaron por las adyacencias del ex Chateau como si fuera otra final.

Endulzados con este presente de Talleres que es una bolsa grandota de caramelos. Que no tiene fondo. Y donde siempre aparece algo más dulce para mandarse al buche. Encima, anoche el club se llevó 360 lucas por haber avanzado de fase. Todo redondito, ¿no?

Son las ventajas de andar dulce. De que todas las copas te copen. De que todos los bondis te dejen justo. A la hora señalada. Así quiere seguir Talleres. Endulzado con ese juguito adictivo que traen las victorias. Y los buenos tiempos.

Ñuls en octavos. Talleres ya bajó a un equipo de Primera (Belgrano) y ahora va por Newell’s. Fecha y lugar a confirmar.

La figura: Javier Villarreal. Muy parejo a lo largo de los 90. El capitán tuvo la personalidad para bancarse un mediocampo pesado con Mazzina y con Fassino. Encima se anotó en la definición de los penales.