De Copa. El plantel albiazul festejó en La Voz del Interior y después, concentró para Sportivo.

Del tintineo de las copas, surgió el “dale campeón, dale campeón” de boca albiazules. El plantel a pleno de Talleres, encabezado por Arnaldo Sialle, y todos los miembros de la dirigencia, cumplieron con el rito de brindar en La Voz del Interior por el ascenso a la B Nacional obtenido el lunes. Y con la mira puesta en otra copa, la Argentina, porque esta noche enfrentan a Sportivo Belgrano.

Entre los flashes y las palabras amenas, la gigantesca figura de Sialle se recortó cuando chocó la copa con Paco Cabasés, siempre presente. Y el abrazo es con la mirada.

Mientras tanto, Gonzalo Klusener y Gaby Carabajal firman camisetas y autógrafos a más no poder, Maxi Velasco repite por enésima vez como fue su gol de taco, todos se sacan fotos con todos; Rodrigo Chávez bromea con su amigo Franco Olego; Fabio Álvarez se abraza con Nery Leyes, el Tin Díaz y el Cuni Francés, chicos de cuna albiazul.

Rodrigo Escribano, junto a Ernesto Salum y Pocholo Escalante, levantan las copas como levantaron las manos al cielo el lunes. Como Maxi Salas, como el Colorado Batán, el hincha que nunca falta.

“El único que no vino es juez”, comenta alguien, en alusión a Saúl Silvestre. Sí asistió uno de los fiduciarios, Daniel Rufener, quien además del ascenso ponderó que la quiebra del club está a punto de levantarse.

El brindis es emotivo. Y breve. Porque Cacho Sialle y el profe Navarro (el PF), apuraron la tropa con un “vamos muchachos”, rumbo al hotel de la concentración, esperando por Sportivo y por la clasificación a otra fase.

Así es el presente albiazul. Todavía festejando hasta quedarse sin voz y todavía sin relajarse, porque quiere ir por más.

Coppola. Guillermo Coppola vino por Santa Mónica por la Copa y felicitó a Talleres: “Es un grande, merece volver”.