El defensor fue resistido, y el domingo pasado, resultó una de las figuras, con gol incluido. “La vamos a pelear hasta el final”, exclamó. Habló de su presente y las chances de Talleres.

Con un profesionalismo inusitado, el defensor de Talleres, Nicolás Romat, se abstrae de la mejor forma posible del mundo Talleres y todo su entorno. Fue uno de los más resistidos por la hinchada y a fuerza de buen juego y sacrificio, logró cambiar las críticas por aceptación. El domingo anotó su primer gol en la temporada, y de paso, se fue aplaudido, por ser uno de los puntos salientes del equipo. Asimismo, el lateral derecho manifiesta no dejarse envolver por esa vorágine de murmullos y elogios que tiene el fútbol, por eso tiene la cabeza puesta en la actividad, a una escala que sorprende.

“Esto es fútbol. Hoy ganamos y estamos todos contentos pero si perdemos, las cosas cambian. Fuimos a buscar el triunfo peleando por la mínima chance que teníamos por el ascenso directo y nos quedamos en la puerta. Ahora vamos por todo por el mismo objetivo”. Hasta ahí, el discurso presenta pocos matices originales, pero con el transcurso de la charla, Romat impuso su idea.

- ¿Es tu mejor momento personal en Talleres?
- El equipo está muy bien. Recién me preguntaron qué fue lo mejor de Talleres y respondí eso. Parece una respuesta de cassette, pero es así, una realidad. Cuando estamos todos bien, es más fácil jugar. Creo que hoy estamos en esa sintonía.

- En lo personal, fuiste alternando entre los titulares y ahora se te ve consolidado...
- Mirá, no estoy de acuerdo con eso, porque tuve muchas lesiones y por eso me fui quedando al margen de varios partidos. Primero me desgarré, después fue una contractura, ruptura fibrilar, y por eso no conseguía ser regular. Cuando estuve bien físicamente, jugué siempre desde el inicio. Con todos los técnicos que estuvieron. Fui lateral y carrilero y por suerte, al igual que todo el grupo, estamos mentalizados y eso ayuda.

- Igual, fuiste resistido, en los malos momentos del equipo...
- Sin dudas, éste es un club grande, y cuando gana, todo es muy lindo, todo está bien, todo es bonito. Pero cuando se pierde, es impresionante lo que genera de manera negativa. Esto es fútbol. Yo me brindo por el equipo y la camiseta. De esta forma nos vamos dando fuerza entre nosotros.

- Tu primer gol en Talleres, una de tus características en Central Norte...
- (Risas) Se me dio por suerte, la temporada pasada había metido cinco, en Talleres no había tenido la oportunidad para anotar. Fue un rebote y le pegué como vino, y de zurda, no había tiempo para más. Lo viví muy feliz.

- ¿Cómo afrontan lo que viene? ¿Se siente la impaciencia de la gente?
- Sin dudas que se siente, lo de las jeringas y la bandera fue una muestra de expresión pero nosotros con el grupo pensamos en otra cosa. Es obvio que la gente esté nerviosa. La vamos a pelear hasta el final. Estamos afinando el trabajo colectivo y eso ayuda un montón. Estamos más compactos. Logramos solidez y vamos ahora por la Promoción.