Leyes se afianza en el medio de Talleres, y no quiere dejar su lugar. “A mí nadie me regaló nada. Si ascendemos, recién ahí será mi mejor momento”, expresa humildemente.

Ya está consolidado y partido a partido afianza su figura en la cancha. Dejaron de ser sorpresa sus buenas actuaciones, cimentando en el mediocampo, junto a Agustín Díaz, el complemento perfecto en la remontada de Talleres, que nuevamente se ilusiona con clasificar. Nunca sobresale con su declaraciones, sin embargo, a fuerza de buenas actuaciones, su voz se fue escuchando más, por el requerimiento de la prensa, que lo consagra como jugador trascendental en la estructura del DT Arnaldo Sialle. “Nos quedan varias finales por recorrer, no tenemos que confiarnos ni dejarnos envolver por toda la ansiedad del hincha. Y de la nuestra también, este grupo tiene un objetivo y no queremos tener en la cabeza otra cosa que no sea ascender. Para eso estamos trabajando”, cuenta Leyes, nacido en Ushuaia.

- ¿Estás en tu mejor momento en Talleres?
- Me siento muy bien, muy cómodo, muy a gusto, pero no me detengo a pensar en eso, tengo que rendir partido a partido. Los resultados están acompañando por suerte. El día que logremos el ascenso, el objetivo planteado, recién ahí creo que voy a estar en mi mejor momento.

- De todas maneras, te vas consolidando...
- Uno trabaja para esto y siempre quiere responder. Todos los partidos son finales que se juegan a muerte y este grupo da todo lo que tiene. De esa forma es que llegamos nuevamente a pelear los primeros puestos. En lo personal estoy conforme pero no me puedo relajar, el equipo necesita de todos.

- ¿Qué viene siendo lo mejor del equipo?
- La personalidad. Mejoramos en ese rubro, antes nos hacían un gol y nos caíamos a pedazos, aprendimos a tolerar los inconvenientes, a ser pacientes, y de esa forma, dimos vuelta muchos resultados adversos. Incluso con inferioridad numérica. Si queremos ascender, tenemos que saber sobrellevar partidos chivos como el que le ganamos a Sportivo Belgrano.

- De a poco estás jugando y no sólo aportando en la marca...
- Es lo que trato de hacer. Por suerte, este último partido supimos aprovechar el hombre de más. En los partidos anteriores, al contrario, jugábamos peor con uno más. Son cosas inexplicables. Supimos administrar bien la pelota, no corrimos tanto nosotros sino que movimos el balón en busca del jugador libre.

- Tanto que la “remaste”, ahora nadie te quita el lugar, merecidamente...
- No me confío, a mí nadie me regaló nada. Eso hace que una vez que agarre la camiseta, no la quiera soltar por nada del mundo. Son cosas naturales que cualquier futbolista tiene como meta. Igual, cualquiera puede ocupar mi lugar, está en mí conservarlo, y por eso la confianza es para jugar pero no para relajarme.