Hubo reunión del Fondo con Coleoni, DT de Talleres, tras la derrota en Salta. Fue en buenos términos, dijeron. “Lo noté entero, dio sus argumentos, y tiene nuestro respaldo”, confesó Escribano.

Como siempre ocurre en Talleres, cada vez que una derrota golpea el camino, ayer las autoridades del Fondo de Inversión mantuvo una reunión con el cuerpo técnico encabezado por Gustavo Coleoni. Los ánimos estaban un tanto caldeados, y había enojos con algunos protagonistas, blancos predilectos de las críticas tras el mal paso en Salta ante Central Norte. Es que de no ser por la soberbia actuación del arquero Federico Crivelli, los albiazules pudieron regresar a Córdoba con un abultada goleada.

A puertas cerradas. La reunión fue en buenos términos, sostuvieron, aunque desde la cúpula directiva hicieron notar la preocupación por la caída. Participaron del cónclave el titular del Fondo, Rodrigo Escribano junto al directivo Hugo Bertinetti, y el asesor deportivo del fideicomiso, Víctor Binello. La charla fue amena, según destacaron los que conformaron el diálogo. De todas maneras, sabido es que hubo malestar tras la derrota en la provincia norteña, con algunos rendimientos cuestionados por razones actitudinales.

“El motivo de la reunión con Coleoni fue para darle apoyo. No hubo reclamos, no hay tiempo para mirar hacia atrás. No es una reunión extraordinaria, ni de urgencia, fue para hablar de fútbol. Lo noté entero, dio sus argumentos, y tiene nuestro respaldo”, comentó Escribano. No fueron confirmadas las versiones de que hubo sugerencias para el entrenador, en virtud de otorgarle más minutos de juego al volante Sebastián Navarro.

Ansiedad. De todas maneras, denota este tipo de situaciones que la preocupación, la ansiedad y el nerviosismo es moneda corriente en el Fondo. Gran parte del proyecto se sustenta en el ascenso a la B Nacional, pese a que la recuperación de la parte institucional del club ya dio inicio y con buenos pasos. Incluso el juez de la causa Saúl Silvestre le dio su beneplácito a los directivos, por los avances en obras, infraestructura y divisiones inferiores. “Es ascenso o fracaso”, dijo en su momento el directivo Ernesto Salum, casi a modo maquiavélico, y por eso se entiende las reacciones del Fondo en cada derrota. “Tenemos que ganarle a Brown y jugarlo como una final. Tenemos que recuperarnos y no tengo duda que vamos a ser ambiciosos, como hicimos ante Sportivo Belgrano. Necesitamos de manera imperiosa un triunfo para volver a prendernos arriba y seguir peleando por el campeonato”, agregó el dirigente Alberto Escalante.

El plantel retomó los entrenamientos ayer en el predio, y hubo un espacio para charlar en la intimidad. La derrota en Salta quedó atrás y es tiempo de pensar en lo que viene, fue el lema común y general que se buscó inculcar. Es que una nueva derrota dejaría al albiazul sin chances de ascenso. No hay mucho margen y los futbolistas son conscientes de eso.

Escribano manifestó preocupación y apoyó a Coleoni.

“Sapito” dijo sentirse entero. Con Brown, una final.