La Policía de San Luis no quiere a hinchas de Talleres en La Punta donde ya hubo incidentes una vez.

Finalmente la Policía de la Provincia de San Luis envió un comunicado “sugiriendo” que para el partido de este sábado entre Juventud Unida y Talleres no haya público de Córdoba, tal cual ocurrió la última vez que jugaron allí en el estadio La Punta. La decisión policial viene a colación de lo que el gerenciador de Juventud, Carlos Ahumada, pergeña para el fin de semana: el sorteo de una motocicleta cero kilómetro y de diez pelotas de fútbol profesional con la entrada libre y gratuita para los hinchas de ambos clubes.

Luis López, encargado de prensa de Juventud Unida, explicó a LA MAÑANA que “la policía aduce que en la ruta que viene hacia La Punta (la 3) sólo hay un camino posible, ya que el otro ingreso a la ciudad está inhabilitado a raíz de la pavimentación y ése es el impedimento porque podrían coincidir hinchas de ambos equipos”.

El cotejo está programado para el sábado a las 17 y según López en los palcos del estadio estarán el entrenador Ricardo Caruso Lombardi y el manager de selecciones juveniles Humberto Grondona, “Caruso nos prometió que venía y estamos a la expectativa de que nos pueda dirigir”, ya que Ahumada le realizó una oferta y el mismo día del partido debería responder si acepta el cargo. “Lo que sé es que las pretensiones económicas de Caruso están acordadas después de que perdimos con Estudiantes de Río Cuarto”.

Un antecedente nefasto. El 10 de octubre de 2009, Talleres visitó a Juventud Unida y cayó 2 a 1. Cerca de 3.000 simpatizantes cordobeses rebalsaron la tribuna sur del estadio La Punta. En aquella ocasión, el desapoderamiento de Ateliers todavía estaba latente y el clima político en barrio Jardín estaba en su punto máximo de erosión. Con la derrota consumada, hinchas albiazules comenzaron a romper las butacas del estadio y a lanzarlas a la cancha, dieron vueltas las banderas en señal de disconformismo con la dirigencia (en ese entonces, la conducción era del fideicomiso y de la Fundación Azul y Blanco) y hasta hubo invasión en el campo. Se corrió la voz que cuatro jugadores habían sido “invitados” por Carlos Ahumada a que “juguen a menos” (Basualdo, Monay, Céliz y Galíndez). El DT del momento, Roberto Saporiti, se acercó a la popular y les hizo ademanes a los hinchas de que estaban “comprados” y que los incidentes fueron programados.

No todo terminó ahí: hubo denuncias de todo tipo, desde una ex empleada que habría llevado entradas a la barra de “La Fiel” y la Fundación “Salvemos al Fútbol”, junto a la legisladora provincial Nadia Fernández se convirtieron en querellante en una denuncia penal presentada en Tribunales II.