El Estadio Mario Kempes se quedó sin Autotrol. Testigo de éxitos y fracasos, fue demolido en el marco de las reformas para recibir la Copa América el año próximo.

Fue un ícono del deporte cordobés. Aquel que anunció los ascensos de Talleres, Belgrano, Instituto, y hasta Colón de Santa Fe. El que recibió a la Selección nacional y más, se transformó en una leyenda. El Autotrol, esa pantalla gigante que adornaba la popular norte del Estadio Mario Alberto Kempes, fue demolido en el marco del plan de obras de remodelación, de cara a la Copa América 2011.

Construido junto al escenario para la Copa del Mundo de 1978, el Autotrol fue una estructura vanguardista en la tecnología para aquel momento en el país, pero con el paso de los años perdió protagonismo ante las modernas pantallas que hay en los estadios del mundo. Y como se construirá un nueva tribuna popular, más cerca del campo de juego, el Autotrol fue implosionado en las primeras horas de la tarde de ayer. Los elementos de su configuración interna será donados a escuelas técnicas de la provincia. En reemplazo del tablero electrónico se colocarán dos pantallas a color, que estarán ubicadas sobre las plateas del “nuevo” Mario Kempes.

Una rica historia. El Autotrol, nombre derivado de la empresa argentina que proveía las piezas del tablero, está rodeado de historias, con satisfacciones y penurias del deporte cordobés, principalmente el fútbol. Fue testigo del último partido del seleccionado de Córdoba que participaba de los torneos argentinos, justamente en la inauguración del Estadio. También presenció la histórica final de la B Nacional de 1998 entre Talleres y Belgrano e incluso se dio el lujo de darle la bienvenida a Diego Armando Maradona, 30 días después de obtener el campeonato del mundo de México 1986, en un partido en el que el “10” vistió la casaca celeste frente a Vélez.

El Autotrol puso en su pantalla los ascensos del “Pirata” en 1991, ante Banfield, y 1998, frente a Aldosivi; el ascenso de Instituto en 2004 con el gol de oro de Renato Rigio frente a Almagro; anunció, mientras cientos de hinchas albiazules se abrazaban, que Talleres se había proclamado campeón de la Copa Conmebol en 1999. Pero también fue protagonista de la final que Racing no pudo ganar ante Rosario Central en 1980. Una vez, el Autotrol saludó al Atenas campeón de la Liga Nacional, en 1998. Mientras los jugadores verdes daban la vuelta olímpica, el tablero felicitaba a los campeones. También fue testigo de un especial del Rally de la Argentina, válido por el Campeonato del Mundo.

En sus comienzos, cuando sus 10. 500 lamparitas funcionaban, tenía además una música llamativa que servía para anunciar resultados que se registraban en otros estadios del fútbol argentino. Pero no fue sólo deportes lo que presenció este símbolo cordobés, ya que también resultó partiícipe de los tradicionales festejos del Día del Niño, recordados recitales de Luis Miguel, o las despedidas de Soda Stereo y Los Redonditos de Ricota.