Contra Deportivo Maipú jugó su mejor partido en el torneo. Mostró caracter y variantes. Además, igualó una marca que había logrado en 2000, cuando militaba en Primera.

Son tiempos de bonanza en Talleres. La victoria ante Deportivo Maipú de Mendoza por 3-1 quedó sellada con una actuación superior a las anteriores. La remontada ante Alumni (0-1 a 3-1 con uno menos) fue una prueba de carácter, pero lo del domingo fue mejor en continuidad y en la administración de los climas que propuso el partido.

Ayer faltaron tipos claves y el equipo produjo su mejor partido del torneo ante un rival que venía invicto y que se sostuvo con la potencia de su líder Sebastián Coria.

Jugó con línea de tres y se puso en ventaja con la sorpresiva llegada de Guillermo Cosaro, que pasó de volante a defensor como si fuera Ignacio Anívole (lesionado). Claudio Riaño, relevo del goleador suspendido Adrián Aranda, marcó en la primera pelota seria que le llegó.

¿Más? Ramiro Pereyra también clave en la conducción del ataque, en su primer partido como titular, tras la reaparición ante Alumni. Miguel Monay, relevo del lesionado Fabio Pieters, fue clave, para recuperar y jugar, no solo cuando el equipo se puso en ventaja sino cuando debió defenderse con la pelota y debió cambiar a un 4-4-2.

Además, el ingreso de Sebastián Navarro permitió verlo más adelantado y cerca del gol, en otra opción para el DT.

"Estamos en una etapa crecimiento. Los triunfos traen. Vencimos a un rival de cuidado", se fue diciendo el DT albiazul Héctor Arzubialde, quien elige pararse en la mesura y en el perfil bajo, lejos del exitismo de la gente.

Igualmente, su sonrisa se le escapa en alguna que otra respuesta en ronda de prensa. Y un detalle: aquellos plateístas que lo insultaban tras el primer triunfo ante Juventud Unida, ahora lo aplaudieron a rabiar al propio DT, quien ahora pasará a tener el problema que todos lo entrenadores quieren tener: el de la abundancia.

Bonanza. Son tiempos de bonanza en la "T". La cuarta victoria consecutiva lo encontró firme arriba y batiendo una racha que databa de 10 años. Con los triunfos ante Juventud (SL), Desamparados y Alumni de Villa María y Maipu superó la línea de los tres triunfos consecutivos, que había sido la mejor marca alcanzada por el equipo que jugó su primer temporada en el Argentino A.

La última vez que eso ocurrió fue hace 10 años. En ese momento el equipo estaba en Primera División y era conducido por Juan José López.

La racha se inició el 1 de octubre de 2000 con un 2-0 con Central (goles de Astudillo y Rueda), prosiguió con el 2-1 (Rueda y Monnroy) a Independiente, en Avellaneda, el 3-0 a Estudiantes de la Plata (tres de Rueda), y se cerró con 2-1 a Los Andes (Alaniz y Cuenca), el 29 de octubre.

Estos últimos partidos en el Chateau, donde la "T" ganó los 10 partidos de local que jugó en ese Apertura.

De ayer a hoy en el recuerdo de Daniel Albornos, volante estrella de aquel equipo, hoy ya retirado y trabajando en inferiores. "Aquel era un equipazo. Como jugó el equipo ante Maipú, me hizo acordar mucho a aquel Talleres en el que yo jugaba. A Cejas lo vi encarar como yo. A Riaño le vi la contundencia de Zelaya. Talleres jugó bien y venció con autoridad a un equipo que se venìa con Coria. Qué jugador que sería con unos kilos más", recordó "la Chanchita".