El DT debe buscar sustituto de Anívole, lesionado. Ah, Lussenhoff dice si sigue. Epec no garantiza luz y el Cosedepro cambio el horario: va a las 18.

No se jugaba bien pero los triunfos disimulaban la pobreza desde el juego. Los goles convertidos en el arco del frente maquillaban las grietas de una defensa confundida. Si hasta la suerte le hacía un guiño, indicándole donde estaban los charcos de agua, que conducían al gol. Pero la derrota, despiadada siempre, desnudó los problemas de Talleres, que ahora transita por la incertidumbre, viendo como crecen desde la sombras, viejos problemas nuevos. Cuando Tito Rebottaro llegó a Córdoba, en el manual se leía de memoria su sistema preferido: 4-3-1-2. Sin embargo, el DT, empezó a probar con tres al fondo, quizá un poco por convencimiento, y otro tanto, por no disponer de jugadores que sientan la posición para marcar con cuatro. La línea de tres apareció sorpresiva y generó algunos murmullos. Pero se silenciaron por la victoria 1-0 contra Racing.

Sin embargo, las falencias mostradas con la Academia, le hicieron ver a Tito que la historia no andaba tan bien. Fiel a su estilo, sacó del baúl de los recuerdos su librito y dispuso marcar con cuatro atrás. El problema fue, que con Galíndez afuera por desgarro, y con Ciucci colgado por el DT no tenía marcadores de punta naturales. A pesar de ello, el técnico apostó por Céliz y Ricardo Marín, que con sobrada voluntad, fueron una intermitente solución. Mientras, Maximiliano Blanco, refuerzo versión 2010, fue el comodín para ser líbero o marcador central, supliendo con oficio la falta de fútbol. Desde el fondo, los problemas fueron abrazando a Talleres, que tuvo en Ignacio Anívole la llave para generar peligro.

Pero esta vez, la suerte traicionera, le dio la espalda a Tito y a Pocho, que sufrió la distensión del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda, lesión que lo dejará fuera de competencia, al menos “por tres semanas”, según precisó Julio Ferreyra, médico Albiazul.

Novela colorada. Con el panorama oscureciéndose paulatinamente, la novela Lussenhoff, ya mostraba sus primeros capítulos. Encima que Rebottaro no encuentra la fórmula para dar en la defensa, el Colo todavía no definió su situación con la T (por estos días fue presentado como asesor deportivo del Xerez de España), y hoy se espera un cónclave entre el DT y el jugador para definir la historia. “Acá o allá”, fueron las palabras de Tito. Define el Colo.

Al trabajo, otra vez. Mientras, el plantel regresará al trabajo a las 10 en barrio Jardín, tras un extenuante viaje desde Misiones. Se le practicarán estudios a Anívole para determinar el grado de lesión; el DT deberá confirmar la lista de jugadores que quedarán concentrados para el choque de mañana ante Juventud Antoniana y es difícil que pueda definir el elenco que será titular.

Sin luz afuera, menos acá. Si las luces no aparecen cuando la T juega de visitante, esta vez hay “problemas de luces” campo adentro. Epec no garantizó que haya energía el domingo, hecho que motivó al Cosedepro a cambiar el horario del partido ante los salteños: va a las 18 y no 19.30 como estaba pautado.