En el Día de la Madre, ambos equipos quieren los tres puntos porque el empate no les sirve.

Suena un tanto caprichoso, quizás hasta egoísta. Es que pedirle algo a la vieja justamente en su día, justamente hoy en el día de la madre, no suena bien. Al contrario, debería ser al revés. Lo más justo sería que esa mujer tan especial para todo hijo sea la que exija el cumplimiento de sus deseos. Sea la que diga “quiero tal cosa” y que la reciba, que la disfrute.

Pero... el fútbol siempre está metido en el medio, ¿no mamá? Y este domingo no será la excepción. Es que tanto en barrio Jardín, como en Nueva Italia, miles y miles de hijos repetirán casi al unísono la misma frase, antes de partir rumbo al Estadio Córdoba y después de degustar el asadazo que preparó en casa papá. “Mamá yo quiero, mamá yo quiero, ¡¡¡mamáaaa yo quiero ganar!!!”, le dirán los fanas de Talleres y Racing a sus viejas que, como buenas madres, sabrán entender los caprichos de estos nenes de 20, 30, 40, 50 y hasta 60 años que aman los colores de sus equipos casi tanto como a ellas.

Y ocurre que, pese a lo exagerado que pueda sonar, hoy a las 17.30, cuando la T y la Academia se midan con arbitraje de Mariano González, ambos deberán jugar por la madre, dejar la vida para conseguir un triunfo que les de más alivio.

En la Zona 3 del Torneo Argentino A, el Matador está quinto con 13 puntos, mientras que el Albiceleste marcha sexto con 12. Por tal motivo, ninguno de los dos estaría clasificando a la próxima ronda del certamen cuando restan sólo siete partidos por disputarse (acceden los tres primeros de cada grupo y el mejor cuarto). Pero, claro. Un triunfo podría dejar al equipo de Roberto Saporiti en la segunda posición, mientras que para los de Alejandro Cánova significaría escalar al cuarto puesto.

Para este clásico, el 27° de la historia en enfrentamientos de AFA (Talleres ganó siete, Racing seis y empataron en 14 oportunidades) ambos entrenadores realizarán variantes de esquema y de nombres.

En la T, Saporiti decidió abandonar la línea de cuatro que usó en la derrota 2-1 ante Juventud Unida de San Luis para utilizar hoy un dibujo 3-4-1-2. Guillermo Cosaro, en el fondo, y Cristian Basualdo, en el medio, reemplazarán a los suspendidos Edgardo Galíndez (el Mudo recibió tres fechas por su expulsión) y Miguel Monay. En tanto, por el enganche lesionado Fernando Sanjurjo entrará un delantero: Ramiro Pereyra. Por su parte, en la Academia, Cánova abandonará el 3-4-1-2 que le dio tan buen resultado en la victoria 2-0 ante Desamparados, para plantar un 4-4-2. Raúl Vangioni se sumará a la defensa suplantando a Rolando Pugliese y José Méndez, quien jugará como carrilero por izquierda, irá por Mauro Velárdez, expulsado en la fecha anterior.

Racing es el que mejor llega al derby en función de los últimos resultados. Viene invicto desde que asumió Cánova, con dos empates y un triunfo. En tanto, la T viene de dos derrotas al hilo (su último festejo el 3-1 sobre Central Córdoba, en la 8ª fecha).

Pero las estadísticas previas dejarán de valer cuando la pelota comience a rodar. Ahí el más guapo saldrá ganando. Clasicazo en el Chateau. A las 17.30, Talleres-Racing, por la madre en el día de la madre.

Máximo control para un duelo de riesgo. La relación entre las parcialidades de la T y la Acadé se ha ido deteriorando. Es más, en el partido Argentina-Ghana se registró una gresca entre ambas. Esto, más los episodios violentos de la barra brava de Talleres en San Luis, llevó a que los dirigentes de ambos clubes, en conjunto con el Cosedepro (Comité de seguridad deportiva de la provincia), organicen un fuerte operativo para hoy con un total de 410 efectivos policiales. Además, habrá derecho de admisión para los hinchas que tengan antecedentes, exigentes cacheos en los accesos del estadio y no se permitirá el ingreso de banderas de más de un metro por dos de tamaño.