Ahumada sale a jugar su partido contra el juez Tale y expone los fundamentos por los cuales debe seguir gerenciando Talleres hasta 2014.

Carlos Ahumada estaba eufórico. Más enérgico que nunca. Y no estallaba de felicidad porque el actual momento deportivo de Talleres no se lo permite, pero por dentro sentía una corazonada que lo llenó de optimismo y orgullo. Con la solicitada que presentó en LA MAÑANA, se notaba que había jugado su carta más importante. Quizá la más crucial de todas, buscando que los hinchas de Talleres se vuelquen de su lado y se mantengan en contra del juez que entiende en la quiebra del club, Carlos Tale.

El gerenciador mandó el viernes a sus colaboradores a que busquen presupuestos para expresarse. A Ahumada no le agrada el contacto con los medios (desde que gerencia a la T dio apenas dos conferencias de prensa). Esta vez llegará a los seguidores albiazules a través de la solicitada (ver página 3). “Mañana (por hoy) revienta el mundo”, les dijo a sus allegados, en alusión a la trascendencia que tendrá su respuesta a Tale.

Ahumada se refugió en su departamento de Buenos Aires, y desde allí gozó imaginando un escenario favorable en la opinión pública. Y pese a que el equipo apenas rescató un punto en Comodoro Rivadavia, y quedó en la cornisa al Argentino A, celebra el contragolpe contra el juez. Es que el empresario mexicano- argentino quiere continuar como sea en Talleres hasta 2014, y ayer tiró sobre la mesa su carta más importante. ¿Su as bajo la manga? Eso recién se conocerá a lo largo de este mes. Junio tiene 30 días, y cada uno de ellos promete un nuevo capítulo. Pero aumenta su confianza amparado en el artículo 3 del contrato de concesión, donde el plazo de gerenciamiento es de nueve años, salvo que Ateliers no cumpla con las obligaciones contraídas en dicho contrato. Y la prórroga se da automáticamente. Por momentos fue intimado a cancelar las deudas, pero actualmente Ahumada tiene al plantel al día y en su momento pagó el canon por anticipado, y ambos argumentos son suficientes para mantenerse como concesionario, de acuerdo a lo que puede interpretarse en ese artículo del pliego. Y con esto, Ahumada vuelve a reafirmar su vocación de continuar hasta 2014, sin importar en qué categoría milite Talleres.

Todavía resta que se expida la Cámara Tercera, cuya sentencia determinará quién tiene facultad de avalar la prórroga, si el magistrado o la concesionaria. De todos modos, Tale manifiesta que eso no incidirá en su voluntad. Es que pretende modificar el sistema de gerenciamiento, ya que no se generan recursos para afrontar el pasivo de casi 30 millones de pesos. ¿Quién tiene la razón? ¿No es Talleres el más perjudicado y desprotegido en este escenario de discusiones que parece un diálogo de sordos?

La cuenta regresiva está en marcha, aunque dentro de este ambiente la puja del gerenciador con Tale parece más de egos, de orgullo y de soberbia que de conciliación.