Se jugaba el segundo tiempo, el cronómetro avanzaba, la CAI llegaba con peligro una y otra vez y Talleres no reaccionaba. Un par de los muchos cordobeses que hubo en la platea del Estadio Municipal de Comodoro Rivadavia decían: "Si nos hacen un gol, descendemos". La situación tan temida no llegó, el partido entre la "T" y los chubutenses terminó sin goles, pero la sensación que se llevaron esos hinchas fue la peor.

Talleres debía ganar –más aún con los resultados de Almagro y Los Andes– y no lo hizo. Aunque lo más difícil de digerir es que no hizo méritos para lograr el triunfo. El sólo hecho de que Brasca haya sido la figura habla por sí solo de que estuvo más cerca de perder.

Amagó y se quedó. Al equipo albiazul le costó hacer pie en los primeros cinco minutos, pero cuando se juntaron Zermattén y Godoy, apareció el juego fluido y entre los 7 y los 27 minutos de la etapa inicial, llegó con peligro siete veces. Sí, siete veces, con algunas muy claras como un remate de Fernandes Francou, un tiro llovido de Cobelli, un pase gol de Quiroga que el arquero Trípodi interceptó cuando Cobelli llegaba para convertir y un cabezazo desviado de Lussenhoff. Pero el Matador no supo capitalizar su momento y después entró en un letargo.

Recién a los 22 minutos del complemento fue la siguiente aproximación de la "T", con un cabezazo desviado y sin peligro de Moreira Aldana.

En ese tramo, la CAI se hizo fuerte a partir de la distribución del balón de Bustos y la capacidad para utilizar todo el ancho del campo. La "T" sufría cuando Piñero se retrasaba para pivotear y sacaba a los centrales. Así, se soltaban los volantes externos, como Soto Torres y Rolle, quien en una de sus llegadas obligó al rechazo de Lussenhoff con Brasca ya vencido. Fue la única vez en toda la tarde que el "1" albiazul no tuvo respuesta. Antes y después, lo exigieron y mucho y siempre respondió con seguridad.

En el complemento, los ingresados Moreira y Pereyra le pusieron otro ímpetu a los ataques albiazules, pero el déficit seguía siendo la creación. Al pibe Godoy no le dejaron espacios y Zermattén no tenía receptores claros.

Así y todo, la "T" casi lo gana en el descuento, con un remate de Moreira Aldana que tapó Trípodi. Pudo ser, pero no tuvo suerte. Para lo que sí tendrá que tener mucho más que suerte Talleres será para zafar de esta difícil realidad.