Talleres ganó 3-2 y cortó una racha de tres derrotas. Salmerón, Wilchez y Cobelli, los goleadores.

Fue una lluvia de imágenes. Una más fuerte que la otra. La primera, resultó la más soñada. Un Talleres goleador capaz de lograr un 3-0 en media hora de juego ante un juvenil Olimpo. La otra, la menos querida, apareció cuando el rival ajustó la mira, que lo llevó a un 2-3 que hizo sufrir a toda la Boutique. El resultado quedó así y la imagen del final mostró a un Talleres abrazado a un festejo necesario luego de tres derrotas que lo habían complicado mucho.

Media hora soñada. En su amanecer, el partido le planteaba a Talleres la necesidad de dar una prueba contundente de su voluntad de cambiar. Y Talleres la dio. En tres toques, pareció recuperar la memoria futbolística: pase de Zermattén para la diagonal de Cobelli y centro de éste para la llegada de Salmerón. Así de simple, en tres minutos, la "T" ganaba 1-0 con un tanto del "Pupi" y la lluvia, que semejaba una cortina de agua, empezaba a lavarle la cara al equipo de Juan Amador Sánchez.

Sin embargo, Olimpo, un juvenil equipo dispuesto a jugar, le recordó a Talleres sus problemas defensivos, sobre todo a espaldas del "doble cinco" y en el lateral derecho, ayer ocupado por Serrizuela. Litre y Pircchio hicieron revolcar a Brasca un par de veces, y si Olimpo postergó su arribo al gol, Talleres decidió facturárselo. A los 11 minutos, tras una atropellada de Salmerón, Cobelli la abrió para Wilchez, quien llegó libre y la picó por encima de Ibáñez para convertir el 2-0.

El tercero fue obra del propio Cobelli, a los 29 minutos, tras una cesión exquisita de Zermattén. El "10" lo habilitó de izquierda a derecha al "Gordo", quien eludió su marca y sacó un derechazo cruzado.

Con el 3-0, el partido parecía definido. Pero como la pelota seguía en poder de los bahienses, la amenaza del descuento se mantuvo latente. A los 41 minutos, Robles, que acaba de estrellar un remate en el travesaño, mandó a la red un tiro libre desde el sector izquierdo. Y a los 44 minutos, Walter Gómez fue quien venció a Brasca tras una proyección por izquierda.

Olimpo afinó la puntería, el partido se abrió nuevamente y los actores se fueron al descanso con un resultado que pareció reflejar mucho mejor la realidad de lo que había sucedido en esos infartantes 45 minutos iniciales.

Se complicó. Sin Zemattén –debió salir por lesión–, Talleres perdió al jugador que iba a hacer la pausa y le podría quitar vértigo a Olimpo. El DT Sánchez prefirió el ingreso de Basualdo para robarle la pelota a Olimpo y encimar a Robles, el cerebro visitante. Nada de eso ocurrió; Olimpo se vino. Robles le pegó al travesaño y Litre estuvo cerca. ¿Talleres? Wilchez tomó la posta de Zermattén y estuvo cerca de anotar otra vez con Salmerón y Cobelli. La "T" ganó. Fue suficiente para sus hinchas.