Cobelli, autocrítico y goleador, dice que el equipo está entre seis y siete puntos.

El gol coloca a su autor en un estado de gracia. Ni hablar del que es especialista, del que vive de él. Lo hace importante, sobre todo si el equipo gana, y un aire de soberbia lo hace incuestionable. No es el caso de Sebastián Cobelli. En el día después del 2-2 ante Lanús –el calificado rival con el que Talleres cerró su participación en el triangular de verano– Cobelli estuvo lejos de sacar chapa por ese tanto que marcó el 1-1 parcial, en el que desairó a Carlos Bossio con un toque exquisito de derecha.

Al contrario, el ex Newell’s dijo que todavía no dio todo.“Estoy bien. Aún me falta ritmo futbolístico. Siento que puedo ser más rápido y más veloz”, arrancó “Seba”, uno de los goleadores del equipo. Y con esa sinceridad tocó varios temas como su peso, qué posición ocupa en el vestuario (ver Sin...) y cómo influye en él eso de estar en pareja con una persona famosa. En un tiempo con la hockista Luciana Aymar, y ahora con la actriz y vedette Fernanda Vives.

–¿Dijiste que ahora estás igual que cuando llegaste?
–Igual estoy en cuanto al peso. Solamente. Transformé la grasa en músculo. Físicamente estoy bien porque hacía años que no hacía una pretemporada como esta. Además, arrancaré distinto porque me gané la confianza de mis compañeros y de la gente que al principio estaba en contra por mi pasado con la camiseta de Belgrano. Yo pude demostrar en esta pretemporada y en estos amistosos que sigo igual. Que si no convierto, me sacrifico.

–También estás distinto afuera de la cancha...
–Estoy tranquilo. Ya me pasó otra vez. Estar con una persona pública (en alusión a Fernanda Vives), hace que la gente piense en el rendimiento de uno. Yo lo tengo claro. Siempre habrá algún b... que piense que uno está mal por la pareja. Y nada que ver. El rendimiento depende de cómo se prepare uno.

–A lo mejor motiva más.
–La gente tiende a pensar mal. La vez pasada, en Belgrano, hice 15 goles y ahora arranqué haciéndole un gol a un equipazo como es Lanús. Eso pasa en la cabeza de los demás. No por la mía, ni por la del DT ni la de mis compañeros. Conviví un mes con ellos en Carlos Paz y saben qué hago fuera de la cancha.

Balance de pretemporada
“Estamos entre seis y siete puntos. Tenemos que mejorar mucho en lo futbolístico. Sánchez juega de una manera que no lo hacíamos en el campeonato pasado. Nos costó jugar sin Wilchez. Porque es el enlace, el generador de fútbol. Pero tampoco tenemos que ser dependientes de él”, contó Cobelli.

–¿Se los volverá a ver distraídos en los primeros tiempos y fatales en los segundos?
–Hubo un Talleres hasta la fecha 15 y otro después. Salvo ante Quilmes, tuvimos partidos malos ante Atlético Tucumán y Ferro. Había un desequilibrio en los primeros 10 minutos porque arrancábamos con un gol adentro. En el semestre pasado no teníamos tanto orden. Ibamos para adelante, a generar peligro. Pero quedábamos muy desprotegidos atrás. Por eso Sánchez pretende lograr cierto equilibrio con Lussenhoff en el medio.

Sin cortocircuitos. Tras las goleadas con Atlético Tucumán y Ferro, Cobelli dijo: “No todos corren parejo”.

–¿Sirvió?
–Lo dije porque se venía escuchando de afuera. Desde familiares, gente y prensa. Soy una persona a la que le gusta decir las cosas. Se lo dije, en su momento, a quien tenía que decírselo. La experiencia, el jugar afuera y ser uno de los referentes, le dan a uno un poquito de hándicap. Las cosas que tuvimos que decir se hablaron. Se le han dicho cosas a Stang, que en un momento era el goleador. Al mismo Lussenhoff. Me dijeron cosas a mí, que por malas decisiones, se la daba a un compañero y, por ahí, había otro solo. Todo lo que se dice en el plantel es con buena onda. Lo que menos queremos es que haya un cortocircuito porque que hay que igualar o mejorar la campaña que hicimos para salvarnos del descenso. Si estamos arriba, soñaremos con ganar el torneo.