La hinchada respaldó al equipo en la Boutique.

La presentación de anoche de Talleres ante su público confirmó que el pueblo albiazul desborda de ilusión ante el futuro y lo que puede llegar a producir el equipo en la segunda rueda de la Primera B Nacional.

Pese a que no hubo triunfo ni título, la fiesta que se vivió en las tribunas de la Boutique de barrio Jardín fue impresionante. Es más, en el segundo tiempo, el contagio hacia el equipo pareció llegar desde la tribuna.

Los picos de emoción llegaron con los goles, justamente marcados por los dos jugadores que parecen ganarse la preferencia de la hinchada. El 1-1, con Sebastián Cobelli, y el 2-2, a través de Federico Lussenhoff.

Durante el juego, el público aplaudió cada acierto del debutante Sebastián Taborda y lo premió cuando fue reemplazado, igual que a Battauz, Cabrera y Bartolini. Hasta se dio el gusto de disfrutar de algunos “chiches” que ensayó Gastón Stang.

Conformidad y optimismo. “Levantamos el nivel respecto al primer partido (0-2 con Vélez) y eso es importante. Hay que seguir así, pensando en el torneo”, comentó Federico Lussenhoff. “Nos espera un semestre muy comprometido, pero tenemos la ilusión de hacer las cosas bien”, agregó el capitán de Talleres. A su turno, Cristian Zermattén señaló: “Pudimos remontar el partido dos veces, y jugamos un poco mejor que ante Vélez. Nos falta estar un poco más ‘finos’, pero demostramos que podemos llegar bien al campeonato”.