Ambos siguen jugando en Talleres por el 20 por ciento de su contrato, y pueden emigrar al extranjero, quedando libres. Ayer en Tribunales, Ateliers no acordó sus nuevos vínculos, generando preocupación en el fideicomiso.

En el convulsionado clima que respira Talleres todos los días, cualquier circunstancia toma controversias. Hay un tema que preocupa y mucho en lo institucional, y tiene que ver con la situación de los jugadores del club. Después de tres intentos, ayer se celebró una audiencia en Tribunales con miembros del fideicomiso y de Ateliers, a los efectos de regularizar el asunto, pero al no haber acuerdo, los jugadores pueden abandonar Talleres en caso de que exista una oferta del exterior, y a la quiebra no le quedará rédito alguno.

El órgano fiduciario puso de manifiesto su intranquilidad y pide que se tomen los recaudos necesarios para evitar la libertad de acción. Los futbolistas en conflicto son Julio Buffarini, Matías Quiroga, Juan Galarraga y Ramiro Pereyra. La situación es la siguiente: los cuatro se encuentran jugando por la prórroga del 20 por ciento del contrato, en su primer período. Y en el ámbito local, no pueden jugar en el país hasta la culminación del convenio. Pero como FIFA no contempla ese término y las reglamentaciones no incluyen ese tipo de extensiones, en caso de que tengan una oferta del exterior, pueden emigrar sin necesidad de resarcir económicamente a su club de nacimiento.

“No avanzamos en nada. El jugador puede hacer valer su derecho, y tiene la facultad de decidir en donde quiere jugar. Estamos muy preocupados, porque notamos que el pago del pasivo sigue estancado, y encima podemos perder parte del patrimonio”, expresó Gustavo Eluani, contador de fideicomiso.

La audiencia duró más de dos horas. En representación de Ateliers estuvo presente su titular Luis Maurilio Fuentes, y el abogado Cristian García. El juez Carlos Tale también participó junto al triunvirato. Pero lo concreto es que tanto Quiroga como Buffarini tienen propuestas para jugar en el exterior. Quiroga puede irse a la Segunda División de España, mientras que “Chacho” maneja ofrecimientos de Grecia e Italia. Y de prosperar, pueden rescindir su contrato, sin dividendos para Talleres. Galarraga y Pereyra están en la misma circunstancia de riesgo. De los cuatro jugadores, la gerenciadora conserva el 55% de los derechos económicos, y la quiebra el 45% restante. Una vez que se abra el libro de pases, puede ocurrir lo mismo que sufrió Colón, con el atacante Martín Bravo, quien se fue intempestivamente a Los Pumas de México.

¿Qué expone Ateliers? Que siguen negociando, y que no va a conversar con representantes, pero sí con familiares directos de los jugadores.