El cabezazo de Julián Maidana ante Sportivo Alagoano de Brasil tiene la mística de aquellos goles eternos, difícilmente olvidables. Entra en la categoría de esos que, cada tanto, saltan a la memoria del hincha.

Fue en el último minuto de la final de la Copa Conmebol ‘99 que Talleres le ganó 3-0 al Sportivo Alagoano de Brasil el 8 de diciembre de 1999. El tanto, que llegó cuando el partido se iba irremediablemente a un suplementario –en la ida Alagoano había ganado 4 a 2– desató el carnaval en barrio Jardín.

Había sido su primera intervención en un torneo internacional, al que había llegado de última, después de ofrecerse a ocupar una de las plazas vacantes.

Para llegar al éxito, la “T” transitó por un camino de espinas en cada una de sus etapas. Debutó con un desalentador 1-4 ante Independiente Petrolero de Bolivia, pero se recuperó en el desquite al ganarle 3-0. Después venció por penales al Paraná de Brasil (1-0 en la ida y 0-1 en la vuelta) y en semi se sacó a Deportes Concepción de Chile 2-1 y 1-1.

Pasaron nueve años y fue la última gran alegría albiazul. En barrio Jardín añoran con revivirla.