Claudio Sarría, figura del “Decano” recordó con LA MAÑANA su pasado en la “T” y sus ansias de regresar a Instituto.

Apenas jugó 9 partidos con la camiseta de Talleres, en la temporada 2004-05 de la Primera B Nacional, en donde bajo la batuta de Leonardo Madelón los albiazules habían formado en nombres un “súper equipo” que al final dio lástima.

Marcó tres goles, pero le salió una oferta para emigrar a Alianza Lima de Perú y dejó barrio Jardín a mitad del torneo Apertura. De todos modos, hay otros condimentos que le dan un significado especial enfrentar a Talleres para el cordobés Claudio Romualdo Sarría, que hoy defiende la camiseta de Atlé-tico Tucumán.

“Capé” habló con LA MAÑANA de su breve paso por barrio Jardín y el deseo de regresar en un futuro a Instituto, su club de origen a nivel nacional, ya que el “Negro” nació en Alas Argentinas. “Siempre es lindo enfrentar a equipos de Córdoba. Cuando estuve en Talleres las cosas no se dieron como uno quería, lamentablemente. El grupo no era bueno, nunca estuvimos unidos y por eso tuvo ese de-senlace. Me fui mal. Tuve la chance de irme a Perú y no la desaproveché. Fue un paso fugaz. Me quería quedar un año, pero la dirigencia no se portó bien. El club venía de descender de Primera División, y la crisis se notaba mucho. Y por eso quebró, por los desmanejos”, se explayó diciendo Sarría.

-¿Qué sabés de Talleres?
- Viene peleando arriba y va a dejar todo. Desde que llegó el gerenciador Carlos Ahumada se nota el interés de resurgir. A Ahumada lo tuve en León de México, y siempre tiene apuestas de ascender. Talleres no tendrá a (Luis) Salmerón, que pecha mucho arriba, y tampoco a (Federico) Lussenhoff, el más experimentado. Nosotros tenemos que seguir con nuestro estilo.

- A Atlético Tucumán no le costó adaptarse a la categoría...
- Es que mantuvimos la base que ascendió del Argentino A, más otros valores de trayectoria, formamos un grupo compacto. En Tucumán me dieron respaldo y me debo a esta camiseta, que confía en mí desde hace tres años.

- ¿Y de Instituto que podés decir?
- Es mi primera casa. Estuve 10 años, me abrió las puertas, me dio un nombre en el fútbol. Siempre estaré agradecido a Instituto. Tengo el sinsabor de que nunca me vendieron cuando las chances estaban. Sólo tenía que firmar, y en cinco minutos se cayó la transferencia, porque había muchos involucrados con sus propios intereses.

- ¿Y qué pasó?
- Quedé libre. Jugué por el 20 por ciento del contrato y nunca más me hablaron. No fue justo. Eso me dio bronca, le hubiera entrado plata al club y me quedaba una diferencia para mí. Quiero olvidar todo eso porque nunca descarto la oportunidad de volver a Instituto algún día.

- ¿En junio de 2009?
- ...Veremos. Pero quiero volver a jugar en Instituto.