Los rivales le apuntaron al árbitro y a "Humbertito" para justificar la derrota.

El entrenador y los jugadores visitantes quejándose del árbitro de turno y del sospechoso de siempre. La postal ya es un clásico de los partidos que Talleres juega en la Boutique, y ayer no hubo excepción. A la salida del vestuario, Aldo Bolado, el DT de Independiente Rivadavia de Mendoza, le pegó duro y parejo al referí Cristian Faraoni, y también le dedicó algunas glosas a su colega Humberto Grondona.

"Hubo dos fallas del árbitro que me llamaron mucho la atención: el penal y la jugada previa al tercer gol de ellos, en la que la pelota salió", dijo Bolado. "Si antes del partido veo al árbitro que se está masajeando en el camarín local, y después en la cancha comete esas fallas y lo veo a Grondona en el banco contrario, ¿qué puedo pensar? Para mí lo que hizo fue de ‘ex profeso’. Hay muchas cosas que me están diciendo que esto no fue lícito", añadió el DT.

"¿Si vamos a reclamar? No. El árbitro inclinó la cancha a favor de Talleres, pero ya perdimos. En este país siempre le echamos la culpa de todo a los políticos, pero acá la corrupción viene de nosotros mismos. Y esto de que el árbitro se haya masajeado en el camarín local es ‘corruptela’; nada tiene que ver con la imparcialidad de una autoridad", señaló.

A su turno, el volante Hernán Buján dijo: "Talleres es un equipo que juega bien y por algo está donde está; lo otro es aparte y no es nuevo. Acá siempre dirigen los mismos árbitros, del mismo modo, y si hoy hubiera llovido más seguro que suspendían el partido. Que armen un campeonato para Talleres y después los otros vemos qué hacemos".

Finalmente, el árbitro Faraoni declaró: "¿El penal? Pregúntenle a Paredes si no fue. ¿El tercer gol? Fue lícito. ¿La expulsión de Ortega? Fue doble amarilla, por protestar; estaba claro que se quería hacer echar. ¿Los masajes? No había otro lugar".