La sinceridad de Gastón Stang en el gol del triunfo de Talleres fue la nota de la noche. “Si no hacía falta, no podía cabecear”, dijo.

Gastón Stang fue el hombre de la noche. Hace mucho que no marcaba y seguramente no debe haber marcado más de un gol por partido en su carrera. Fue el jugador más buscado, sobre todo porque los periodistas querían sacarse la duda enfrente de él sobre si había sido empujón la acción del último gol. “Absolutamente. Voy a cabecear, salto y me apoyo no sé en quién (Lamolla), pero por suerte llegué a conectarla y se metió en el arco. Eso es lo que importa... Pero la verdad, si no hacía falta no podía cabecear”.

-¿Por qué se ganó?
-Este equipo tiene sangre, en todas las adversidades demostró que puede salir adelante y consigue los resultados. Hay un compromiso general de todo el equipo, jugamos con el corazón.

-Te tiraste al piso en el festejo...
-Fue un desahogo impresionante. El partido se había complicado demasiado y los tres puntos debían quedar en casa como sea. Nunca bajamos los brazos y luchamos hasta la última gota de sudor.

-¿Se festeja el doble teniendo en cuenta que hace mucho no convertías?
-Sí, se festeja el doble. El partido estaba para ganarlo y para perderlo al mismo tiempo. Almagro propuso un juego trabado y se tenía que resolver de esa manera, con una pelota parada. Además era la única forma de entrarle.

-¿Por qué se complicó tanto?
-Con la expulsión de ‘Seba’ (Cobelli), ellos tuvieron más lugar y fueron ganando terreno en el campo. Pero con esa adversidad, sacamos nuestra mayor energía, dejamos la vida y lo pudimos dar vuelta.

-Ahora en Rafaela te van a poner marca personal en los centros...
-Ja... No creo, se me dio a mí pero se le pudo dar a cualquiera. En este equipo todos los compañeros están en condiciones de anotar”.

“Arriesgamos”. Humberto Grondona, entrenador de Talleres, explicó así la agónica victoria albiazul: “Lo ganamos porque arriesgamos. En el fútbol de hoy hay que jugársela un poco y Talleres lo hizo. Con un hombre menos supimos manejar el partido y el desahogo llegó en el final. Pero el resultado fue justo porque nunca dejamos de ir al frente”. Sostuvo que lo mejor de su equipo fue “la entrega. Este equipo deja todo en cancha y pese a que por momentos nos desesperamos, siempre tuvimos en claro nuestra apuesta de quedarnos con los tres puntos”.

Y entendió que esta clase de partidos se puede ganar y perder. “Indudablemente pero hay que arriesgar un poco para ganar, y por eso lo hicimos. Estos tres puntos tienen un valor especial porque seguimos acortando distancias en la lucha por el descenso y de a poco nos prendemos arriba”.

Ante la pregunta de si Talleres respondió mejor con diez que con once hombres dijo: “Qué querés que haga... Voy a llamar a la AFA para pedir que juguemos todos los partidos con diez hombres”.

Julio Buffarini
“Nunca nos dimos por vencidos. Esta clase de partidos hay que ganarlos como sea porque son de 9 puntos y Talleres nunca renunció a eso. Es una alegría enorme para todos y demostramos que Talleres está vivo”.

Sebastian Cobelli
“El defensor de Almagro me obstruye y por eso me caigo, pero en ningún momento me quise tirar. Cuando me sacan la segunda amarilla me quería matar porque dejé al equipo con uno menos pero por suerte ganamos y festejamos”.