Talleres venció a Unión 2-1 con tantos del "Pupi". Gran debut del goleador-hincha albiazul.

“Fue hermoso. Resultó todo tan lindo”, balbuceaba Luis Salmerón, apenas terminado el juego, como necesitado de que alguien lo convenciera de que era cierto lo que había sucedido, minutos antes. Y lo era. Talleres había vencido a Unión de Santa Fe, con dos goles suyos, en su debut y con la camiseta del club del cual es hincha.

El goleador había dejado atrás momentos complicados. La semana pasada no pudo debutar ante Aldosivi porque Ateliers no quiso pagar un seguro que le exigía Ferro, el club dueño de su pase, hasta que se formalizara la operación.

Y hace algunos días, el gerenciador Carlos Ahumada amenazó con desistir de su compra porque el juez Carlos Tale, a cargo de la quiebra albiazul, le había negado la prórroga del contrato de gerenciamiento, después de diciembre. Pero la sangre no llegó al río, se confirmó la compra del atacante, a la postre “la bomba albiazul”, y ayer pudo debutar. Y cómo lo hizo.

Salmerón apareció en el momento justo ya que Talleres perdía 0-1 y los hinchas ya empezaban a insultar al DT Humberto Grondona.

“También es cuestión de suerte. Si te dan a elegir una tarde así, no sé si sale. Me hubiera conformado hacer un gol, pero se dio así y la verdad es que fue perfecto. Fue una tarde soñada porque perdíamos, nos cobraron el penal. Me lo cedió Zermattén. Le pregunté si me dejaba y me dijo que sí. Me tenía mucha fe y por suerte después sacó un centro bárbaro en la otra jugada y pude cabecear”, analizó un Salmerón con menos pulsaciones.

Hincha y jugador. Si el hincha de Talleres necesita creer en alguien, ése es Luis Salmerón. La historia de este cordobés cierra por todos lados. Es cierto que se formó en Ferro y se fue a los 14 años. Pero “el Pupi” es ciento por ciento hincha de Talleres y lo ha dicho desde siempre.

Salmerón es cordobés, con domicilio en barrio Colonia Lola. “Voy a la cancha de chiquito. Nos juntábamos con la agrupación del barrio y nos íbamos al Chateau o a la Boutique. Porque ahí también iba, eh. A la popular lateral. Me gustaba colgarme de una de las tres columnas de alumbrado”, supo recordar “el Pupi”, quien también tiene un pasado como jugador de la T. “Jugaba para el desaparecido Deportivo Colón. Talleres me pidió a préstamo para jugar un torneo internacional y lo jugué. Después, ya me fui a Ferro”, recordó Salmerón.