Lo publicado por La Mañana la semana anterior, sobre el enfrentamiento de Humberto Grondona, secretario técnico, con Antonio Fauro, gerente deportivo, sigue desencadenando reacciones. Mientras son cada vez más los simpatizantes albiazules que se manifiestan en contra de Fauro, en algunos casos sin estar plenamente de acuerdo con la continuidad de Grondonita (en los programas partidarios, llueven los reclamos diariamente), los referentes del plantel, con Julián Maidana y Federico Lussenhoff a la cabeza, tomaron distancia definitivamente con «Pichi».

A su vez, Grondona, en diálogo con Radio Impacto, fue terminante: «Cuando pasen estos dos partidos de reválida, y ojalá que sea con la continuidad de Talleres, habría que empezar todo de cero. Ya hablé con el gerenciador y me hizo una promesa. Si se cumple, me quedo, pero en el club no hay lugar para los dos». Esto último, dicho en referencia a Fauro.

«Con Antonio teníamos buena relación, pero hizo algo mal y ahora veo como imposible la convivencia. Yo me quiero quedar en Córdoba porque pienso que Talleres puede estar para grandes cosas y si se arma un equipo competitivo, dejarán de decir que cada vez que gana es porque está Grondona y los árbitros nos dan una mano».

¿Cuál es la promesa que le hizo Carlos Ahumada a Grondona? A grandes rasgos, que si Talleres sigue en la B Nacional, al próximo plantel lo confeccionarán entre los tres, junto al presidente Martín Vilallonga, y Fauro no tendría injerencia.

De hecho, en los últimas partidos habrían recortado muchas de sus funciones y algunas fueron realizadas por Daniel Valencia, hombre de confianza de Ahumada.