El error más grosero del árbitro Cristian Faraoni, ayer por la tarde en la Boutique, se registró a los 34 minutos del segundo tiempo, inmediatamente después de haber sancionado el penal a favor de Talleres, por mano de Iván Pillud.

En esa jugada, Julián Maidana, que había saltado a cabecear la pelota, chocó con el defensor infractor y cayó al suelo. El referí debió obligar al zaguero albiazul a retirarse del campo de juego para ser atendido (el médico Julio Ferreyra lo auxilió en la cancha), mientras se reanudaba el partido con la ejecución del penal. Es decir que recién después de la pena máxima, Maidana podría haberse reintegrado al juego.

“De ningún modo Maidana podía ejecutar el penal. Fue una omisión técnica del árbitro, ya que el reglamento dice que el jugador lesionado debe ser retirado del campo de juego para ser atendido”, explicó el instructor Aldo Quinteros.