El técnico Comizzo salió pidiendo calma para evitar hablar del 1-4.

El final no pudo haber sido peor. Talleres goleado 4 a 1 por Ferro, el capitán Federico Lussenhoff expulsado y la radio anunciando el gol que le permitió a Ben Hur empatar en Santa Fe con Unión y en la tabla de los promedios con la "T".

¡De pesadilla! Para colmo, Tiro, el rival que visitará a la "T" en la última y decisiva fecha, había ganado y quedaba en zona de promoción. "¿Con quién juega Ben Hur el próximo partido?", preguntó Martín Vilallonga, el presidente de Ateliers, mientras abandonaba la cabina 5. Cuando le respondieron "con la CAI", el ex delantero hizo una mueca de fastidio, casi de resignación.

A su lado, Carlos Ahumada hablaba una y otra vez por su celular y gastaba la suela de sus zapatos yendo y viniendo por el pasillo. El abogado Jacobo Grossman y el gerente Antonio Fauro ojeaban el semblante del gerenciador y se miraban entre sí.

Minutos después, la cúpula de Ateliers en pleno tomó el ascensor en busca de las zonas bajas y, una vez allí, enfiló hacia el vestuario. "¿Si pasó algo? No, todo bien", dijo al paso el ex futbolista Raúl Peralta –otro integrante del entorno de Ahumada–, al dejar el camarín.

La expectativa pasaba por conocer si la derrota condicionaría la situación del DT Ángel Comizzo. "¿Qué nos dijo el entrenador? Nada, todavía no hablamos", comentó Matías Quiroga.

A su turno, Héctor Cuevas expresó: "Seguimos cometiendo los mismos errores y eso nos cuesta muy caro". Por su parte, Lussenhoff manifestó: "Nos equivocamos en la pelota parada y no fuimos eficaces arriba. La situación es delicada, y eso abruma a algunos jugadores. Las cosas no se dieron. Ahora hay que hacerse responsable. ¿Qué nos jugamos ante Tiro? No alcanzan las palabras para definirlo".

Cuando ya había pasado una hora del final del partido, y mientras Leandro Álvarez reclamaba la presencia de Julián Maidana ("Tenemos afuera a un compañero de gran jerarquía; lástima que no lo puede hacer dentro de la cancha", comentó), finalmente salió Comizzo.

"Tranquilos, tranquilos", le dijo el DT al grupo de periodistas y camarógrafos que esperaba su testimonio. Pero lejos de afrontar la requisitoria, "el Flaco" apuró sus pasos y recorrió, sin darse vuelta, los 50 metros que lo separaban del colectivo. "¿Vas a hablar"?, le preguntaron una y otra vez; nunca respondió. Apenas esbozó una sonrisa, como burlándose de la situación, cuando se cruzó con un auxiliar de la "T".

Finalmente, llegó a la playa de estacionamiento, saludó a un empleado de Ferro y subió al colectivo. No hubo chances de preguntarle del 1-4, ni del rumor que indica que ya le habría anticipado a varios jugadores su intención de dejar a la "T" en la B Nacional e irse.

Cuando todo parecía volver a la calma, y ante una consulta de rigor, el PF Miguel Zito aumentó la incertidumbre con su respuesta. "¿Cuándo volvemos a las prácticas? No sabemos", señaló. El ayudante de Comizzo caminó unos pasos, se dio vuelta, miró fijo a este periodista y remarcó la frase: "Todavía no sabemos". ¿Está todo tranquilo?