Carlos Ahumada estuvo en la Boutique. Evadió a la prensa.

Quienes ayer fueron a la Boutique de barrio Jardín en procura de conseguir alguna explicación de Carlos Ahumada, se quedaron con las ganas. A raíz de los acontecimientos del pasado viernes, cuando fue detenido en Buenos Aires y luego liberado bajo fianza, el gerenciador de Talleres fue el hombre más buscado por los periodistas, que se quedaron con las ganas.

El contacto con un cronista radial, a quien ante la requisitoria le contestó: “¡No me toques!”, permite vislumbrar que algo cambió en el empresario cordobés–mejicano. Antes del episodio con Interpol, Ahumada siempre se había mostrado amable y respetuoso, aun cuando no quería hacer declaraciones.

Cuando llegó al estadio, el gerenciador ingresó a zona de vestuarios y por una escalera interna fue hasta el palco, donde vio el empate de Talleres. Después, evadió cualquier contacto con la guardia periodística al retirarse por una puerta alternativa.

En tanto, el presidente de Ateliers SA, Martín Vilallonga, se excusó de dar una entrevista ante el pedido de La Voz del Interior. “Vamos a esperar que se calme todo”, explicó.

Durísimo... Ahumada afronta un problema judicial por “supuesto fraude” en la compra del León de México en 2002. El gerenciador de la “T” negó que haya sido detenido el viernes y explicó que estuvo toda la tarde en su casa.

El diario mejicano Milenio publicó declaraciones del comisario inspector de Interpol de la Policía Federal Alejandro Di Nizo, en las que se refirió en duros términos contra Ahumada.

“Que haya tratado de eludir el cerco policial y ahora desmienta que estuvo detenido demuestra la malicia de ese hombre: es un caradura a la altísima potencia. No sólo estuvo detenido: tiene que regresar al juzgado el primer día hábil de cada mes para certificar que no se ha fugado”, dijo Di Nizo.

“Además de incautarle sus dos pasaportes, el mejicano y el argentino, el mismo viernes se giró a todos los puestos fronterizos y oficinas de migraciones del país la prohibición de salir de Argentina. Sólo se le autorizó viajar a Córdoba, donde está el club Talleres, para el que trabaja”, añadió. El juez Octavio Aráoz le fijó una caución personal y una fianza de 500 mil pesos, que Ahumada respaldó con el departamento en el que fue detenido. La Justicia mejicana tiene 40 días para enviar el pedido formal de extradición.