El volante Alexander Viveros apenas jugó un minuto, ya que dejó a su equipo con un hombre menos por propinarle un codazo en la cara al mediocampista de Unión Martín Zapata y vio la roja. Un hecho inusual, pero en Talleres ya hubo un antecedente similar.

En Primera División, durante la temporada 1992-93, el defensor Mario Obulgen corrió con la misma suerte, en un partido ante Mandiyú en Corrientes. Apenas iniciado el cotejo, Obulgen recibe una pelota de Claudio Rivadero a escasos metros del área, con la mala fortuna de que el balón le pasó por debajo de la suela del botín. El delantero uruguayo Luis Ramos se encontró con el «regalo» y quedó cara a cara con el arquero, y el zaguero se vio obligado a cometerle falta de atrás, justificando la tarjeta roja a los 30 segundos del juego, quedando en los registros como la expulsión más rápida del fútbol argentino. No fue penal por casualidad y ese día Talleres empató 2-2 y su técnico era el actual secretario técnico de Ateliers, Humberto Grondona.

Por otra parte, tres fechas atrás, cuando Independiente Rivadavia visitó a Belgrano, Patricio Landa Garza ingresó a los 47 del segundo tiempo y a los 35 segundos lo expulsaron. A nivel internacional, es recordada la expulsión de Batista, lateral uruguayo, al minuto de juego contra Escocia, en la fase clasificatoria del Mundial México ’86.