A partir del miércoles, y hasta el final del campeonato, el plantel albiazul instalará su búnker en Villa Carlos Paz.

No son tiempos fáciles los que se viven en Talleres. Los vientos de cambio que llegaron con el desembarco del empresario Carlos Ahumada y la posterior contratación del técnico Ángel David Comizzo no alcanzaron aún para despejar los nubarrones que las malas campañas futbolísticas levantaron por barrio Jardín.

El promedio sigue siendo un desvelo para la “T”, que ahora espera un tropezón de Instituto ante Nueva Chicago para no bajar otra vez a zona de reválida. Para colmo, la decisión dirigencial de prescindir de Julián Maidana, un referente del plantel albiazul, le agregó más inestabilidad a una preocupante realidad.

“Faltan cinco fechas y tenemos que zafar de esta situación”, afirman en la cúpula de Ateliers para fundamentar la decisión de concentrar al plantel, desde el miércoles y hasta el final del campeonato, en Villa Carlos Paz.

El “retiro espiritual”, que incluirá sesiones de entrenamiento en las serranías, se prolongará hasta el tercer fin de semana de junio, y durará de 29 a 33 días, según la fecha en que la “T” juegue su último compromiso. El fixture señala que los dirigidos por “el Flaco” Comizzo aún deben jugar con Atlético de Rafaela (L), Unión de Santa Fe (V), CAI de Comodoro Rivadavia (L), Ferro Carril Oeste (V) y Tiro Federal (L).

¿Y Maidana? El defensor entrenó ayer con sus compañeros y reiteró que no rescindirá su contrato. “No me voy a ir como quieran ellos, si no como quiera yo”, argumentó. Desde Ateliers se informó que la posición del jugador será respetada. “Que haga lo que quiera. Ya sabe que no lo tienen en cuenta”, dijeron. La gerenciadora le había ofrecido a Maidana pagarle los sueldos de mayo y junio, tres cheques pendientes de la gestión de Carlos Granero y una prima de 156 mil pesos acordada con el ex gerenciador.