Así calificaron la Agencia, Talleres y la Policía la decisión de jugar en el Chateau.

Una hora y media tardó en salir el humo blanco de las oficinas de la Agencia Córdoba Deportes. Cuando ello sucedió, ayer a las 16.30, el titular de la repartición, Medardo Ligorria; el gerenciador de Talleres, Carlos Ahumada; y el jefe policial, Alejo Paredes, anunciaron en conjunto lo que a esa altura ya era un secreto a voces: que el Chateau sería el escenario del clásico Talleres-Belgrano del próximo sábado.

“Tras el análisis pertinente, y partiendo de un punto que consideramos importante, que es el sentido común, se llegó a la conclusión de que un partido de esta importancia debe jugarse en el Estadio Córdoba”, comentó Ligorria.

En igual sentido se expresaron Paredes y Ahumada, quienes –según trascendió– en los días previos ya habían avanzado en la idea de optar por el mundialista.

“El único interés es que el hincha esté tranquilo, seguro y que disfrute en paz de un partido de fútbol. Aquí no se trata de caprichos ni de posturas individuales; sino de responsabilidad y sentido común”, señaló el gerenciador.

A su turno, la máxima autoridad policial manifestó: “La expectativa que genera este clásico excede en gran número los 13 mil espectadores que se autorizan en la Boutique, y eso fue un valor de peso. El sentido común hizo que se llegara a un consenso”.

Césped, operativo y regalos. Aunque las tres partes estrecharon filas en torno al mismo discurso (“sentido común” y “seguridad” fueron argumentos que se repitieron como muletillas), el diálogo con cada uno de ellos sacó a luz precisiones sobre el clásico.

Ligorria anticipó que el césped del Chateau estará en “inmejorables condiciones” gracias a una reciente tarea de resembrado.

Paredes, por su parte, informó que habrá “aproximadamente 800 efectivos, férreos controles en los accesos norte y sur, y tareas de inteligencia para evitar el ingreso de público no autorizado”. También se refirió a las bondades del flamante Comité de Seguridad Deportiva que, tal como anunció La Voz del Interior, será creado por decreto en los próximos meses (consideró que “permitirá un trabajo más orgánico” y “evitará que haya tantas reuniones en el futuro”).

Ahumada, finalmente, reveló que regalaría cinco mil entradas a mujeres y niños –también habría una atención para escuelas provinciales y municipales–, y aprovechó para anunciar la continuidad de su plan de obras. “Vamos a trabajar a marcha esforzada para poder jugar en nuestro estadio el próximo clásico”, dijo.

Cuando se apagaron las luces de las cámaras, Ligorria volvió a su despacho; y Ahumada y Paredes se fueron juntos y sonrientes. Ya habían dado el puntapié inicial al partido del próximo sábado.

La mudanza significará para la “T” un gasto extra de 30 mil pesos (15 mil por el alquiler del estadio y 15 mil por el operativo), aunque el rubro venta de entradas podría convertir a este clásico en el partido del millón.