Rosales dijo que Talleres fue otro cuando pudo manejar el balón.

La euforia fue para los hinchas. En la zona de vestuarios de la Boutique, los jugadores de Talleres se acoplaron a un clima distendido y estuvieron lejos de la desmesura con la que se suelen festejar los triunfos sobre la hora, mucho más cuando hay tantas cosas en juego. Así, los futbolistas de la "T" se prestaron a analizar lo que fue una victoria necesaria.

Paulo Rosales fue uno de los primeros en tomar contacto con la prensa y referirse a la impaciencia que, durante largos minutos, se contagió desde la tribuna al campo de juego.

"Es entendible. El hincha es así, pero tiene que saber que los partidos duran 90 minutos y hay tiempo de ganar hasta el final. Pero ellos alentaron siempre y se merecían el triunfo", señaló el enganche albiazul.

Para Rosales, el partido comenzó a sonreírle a Talleres en el complemento, gracias a que el equipo pudo tener la pelota. "Tenemos jugadores que juegan bien y, en el segundo tiempo, pudimos manejar más el balón. ‘Julito´ (Buffarini) entró muy bien y fue fundamental, pero en este grupo todos son importantes: los que juegan y los que no también", sentenció el ex Unión.

Con sinceridad brutal, el coscoíno reveló que, en la jugada del gol, quiso patear al arco. "Por suerte para nosotros, le pegó al jugador de Chicago", dijo, antes de asegurar que "Talleres es un club grande" y que "no hay que pensar en el descenso directo".

Buffarini y la actitud. Julio Buffarini fue uno de los más requeridos. Es que su ingreso le cambió la cara al equipo. ...l se lo toma con calma. "Me salieron bien las cosas. Cuando pasamos a jugar con línea de tres tuve que desempeñarme en posición de cuatro y de ocho, como un lateral-volante. La consigna era marcar y, cuando pudiera, pasar al ataque. Estoy contento por mi actuación, pero más porque nos llevamos un buen resultado", expresó.

"Lo ganamos con mucha actitud. Este triunfo tiene un valor enorme, porque lo necesitábamos", aseguró la figura del partido.